domingo, 26 de mayo de 2019

El poder fetichizado


La determinación de seguir con vida de una sociedad y contar con los medios necesarios para conseguirlo son lo que le da origen al poder, que surge solamente cuando hay un grupo de seres humanos que actúan juntos. El poder reside y se genera en el pueblo (sede), en este momento el poder se encuentra en un estado puro, algo a lo que que Dussel llama 'Potentia'. En la Potentia se crea el poder político que luego se configura mediante la acción política y se delega a las instituciones. Toda institución es creada con fines de satisfacer ciertas necesidades sociales mediante sus funciones, y al momento de crearla se le otorga cierto poder para poder cumplirlas, así pues, aquella persona que es elegida para mandar o funcionar dentro de esa institución fue electa como delegada del pueblo entero debe representar las exigencias y necesidades de la comunidad en esa institución. Si el poder que el pueblo le otorga a los representantes se corrompe, la 'sede' queda desdibujada, cesa su función representativa de los intereses del pueblo para servir fines propios. Los delegados hacen oídos sordos a los intereses sociales, corrompen el  poder que les fue otorgado y se degenera la obediencia. Dussel se refiere a ésto como el 'poder fetichizado': es un poder en busca de metas que no concuerdan con las necesidades de su pueblo, una autoridad que reprime y violenta para cumplir sus objetivos. Un poder fetichizado busca que la voluntad del gobernante sea absoluta, y es entonces que deja de responder a la voluntad colectiva. El resultado es un poder fragmentado y la sede de poder cambia de lugar, se vuelve en sí misma. De este poder que ha sido corrompido, no escapan tampoco aquellos que cumplen pasivamente órdenes de la clase dominante.



lunes, 20 de mayo de 2019

En una recorrida inversa a la cronología de nuestra sucesión de clases-encuentros intentamos recapitular sobre lo que yace entre la educación y las relaciones de poder y cuál es el papel de los mitos modernos en el sustento de estas relaciones.
Dado que vivimos inmersos en un sistema de relaciones de poder, en la cuál la escuela está atravesada por prácticas de explotación y dominación inmanentes a nuestro sistema capitalista, ya no sería inocencia o ignorancia de nuestra parte suponer que la escuela no responde, late y existe de manera acorde a este escenario dado. Suponer neutralidad implicaría una ceguera contra la que venimos combatiendo, tarea a la cuál se suman nuevas armas en la lectura de cada texto. Pero, ¿cómo hacer más visibles los hilos que mueven estas relaciones? Primeramente, creemos que reconociendo cómo los sistemas culturales están configurados por cuestiones hegemónicas, ellas llenan de significado, y éste es un punto clave, por que los docentes venimos a despertar significados desde nuestro lugar en la educación, ya que como expresamos antes, el conocimiento nunca es neutral.
También es importante desterrar mitos que parecen estar arraigados en la práctica docente, con respecto a su 'neutralidad'. Los docentes estamos indefectiblemente atravesados por la política y de esta forma conformamos nuestra tarea diaria. El debate yace en desglosar lo propio de cada mito educativo referente a los alumnos, los contenidos, los docentes y los contextos. Tratar de comprender que cada mito tiene su origen, y cómo tal no puede ser tomado a la ligera y aceptado sin más. Entender y atender a la Historia; observar minuciosamente las diferentes perspectivas que hacen de la política una práctica necesaria en términos educativos. Tratar, de cavar mas profundo y examinar cómo y cuándo nuestra práctica se formó, y qué podemos hacer para fortalecerla.


domingo, 12 de mayo de 2019

Meritocracia: ese mito moderno.

Por definición, el término 'Meritocracia' suena positivo, casi atrayente. Nos habla de un sistema de progreso basado en el mérito personal, el cuál nos conduciría ineludiblemente al éxito. Sin embargo el término, en primera instancia, fue acuñado de modo satírico por el sociólogo Michael Young en su libro 'The rise of Meritocracy', donde describe un futuro distópico en el que el Estado valoraba la aptitud y la inteligencia por encima de todo, seleccionando a los miembros de la élite y olvidando al resto. De este modo, y bajo esta mirada, aquellos que respetan la formula de 'inteligencia+esfuerzo=éxito en la vida' logran avanzar entre 'los más débiles' y así formar parte de una élite que les permite distinguirse del resto, y abordar las problemáticas sociales ya desde esta asumida postura. Como analogía, podemos usar el 'Juego de la vida': Se empieza desde abajo. El recorrido supone mover casilleros que nos llevan a ser profesionales exitosos, o un mero esclavo de un trabajo común, que no supone mayores cosechas de fortunas que los hijos. Ambos se esfuerzan. El recorrido termina feliz y opulento para aquellos que sí se esforzaron, y un tanto mediocre para quienes no lograron acceder a esa vida maravillosamente merecida. Mismos esfuerzos, diferentes resultados. Sensaciones de impotencia. Por que el sistema capitalista, se nutre de mitos como este. Está conectado a sus venas. Y no hay nada de malo en el éxito, y el el progreso...dependiendo quién lo evalúe. Según Barthes, existen mitos que 'no son para uno'. La meritocracia sería uno de ellos. Es una idea que circula, que penetra y condena. El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su libro “El Precio de la Desigualdad“, critica de modo categórico la mentira de la meritocracia, señalando que 'el 90% de los que nacen pobres mueren pobres por más esfuerzo o mérito que hagan, mientras que el 90% de los que nacen ricos mueren ricos, independientemente de que hagan o no mérito para ello'. Naturaliza con cierto consenso colectivo que 'la pobreza es una condición merecida', otro mito extremadamente riesgoso con un precio altísimo a pagar: el de la desigualdad.
En la construcción de la valores, deberíamos replantearnos miradas más profundas, que se animen a desmenuzar mitos como éstos. No olvidemos lo peligroso de la sumisión ante ellos, sobre todo en la juventud que está armando su idea del mundo.

Carta para Ana

Querida Ana, Quizá te convendría leer esto cada vez que necesites un refugio de un mundo que suele agobiar por ser tan desesperanzador. ...