viernes, 11 de octubre de 2019

¿Qué parámetros definen la "calidad educativa"?

A partir de lo conversado en clase, y de la lectura del texto de Daniel Filmus, "Calidad de la educación: discurso elitista o demanda democratizadora", entendemos que hay al menos dos maneras de entender este concepto de "calidad educativa", y que además resultan antagónicas. Así, podemos ver la problemática de la calidad en la educación como una manera de "poder ver" en qué estado se encuentra la Educación, y qué medidas se tomarán para lograr un mejoramiento, una llegada más democrática a toda la población de aquellas "competencias, conocimientos y valores" (Filmus) o podemos ver la cuestión de la calidad planteada desde una concepción tecnocrática, donde aparecen términos como "eficiencia" y "mejora de productividad", dependiendo unicamente de acciones técnico-pedagógicas y  desconociendo (deliberadamente)  la relación entre políticas educativas y contexto económico. En este caso, no existe perspectiva relacional, no se toma en cuenta que la Educación está inscripta en un entramado de  relaciones sociales, económicas, realidades culturales y contexto histórico (se la despoja de las complejas interrelaciones con otros aspectos humanos). 

En su texto, Filmus menciona un "sentido original de la demanda de calidad educativa". Exhorta a recuperar ese sentido original, que nacería de una intención de denuncia del papel del Estado en el sostenimiento de la Educación. Esta denuncia, dice el autor, ha nacido con el objeto de aportar a la democratización de la escuela. Y nos nos topamos más adelante en el texto con un punto muy interesante e imposible de ignorar: el deterioro de la calidad educativa puede ser una estrategia para perjudicar a los sectores populares, e imponer un orden jerárquico y autoritario. Se puede (y de hecho se hace) manipular la calidad educativa en detrimento suyo, y mirando hacia atrás sólo unas pocas décadas en nuestro país, durante el último gobierno militar, se ve además en la educación un vaciamiento de contenidos socialmente significativos, para reemplazarlos por formas que tendían a socializar a los niños de manera autoritaria y jerárquica.  Entonces... ¿De qué hablamos cuando hablamos de calidad? O por citar una pregunta que está presente en el texto:   "¿Cuáles son los parámetros para medir la productividad del sistema?  Sólo a título de ejemplo es interesante destacar que una escuela puede ser evaluada como eficiente en el período autoritario si se ajusta al objetivo disciplinador que se planteó para la educación. En un contexto democrático, los parámetros de eficiencia variarán  sustantivamente". Y nos despierta esta pregunta:  En un contexto de políticas neo-liberales, ¿cuáles serán los parámetros? Y cuáles son los parámetros en un contexto "ideal" según lo que nosotras entendemos por ideal?

Y aquí queremos agregar unas fotos de pantalla que tomamos hace unos días, de una publicación mexicana que nos resultó interesante:





Cuando la "excelencia" es puesta como objetivo en la educación, como valor máximo al que aspirar (lo hemos visto hasta el hartazgo en los '90) no estamos orientando bien lo que concebimos como calidad. Alumnos críticos, emancipados, eso es lo que queremos, esa es la calidad a la que aspiramos como docentes en formación,  fomentar y trabajar en torno a eso, alejándonos de la búsqueda de eficiencia técnica con tintes de mercado. Dejemos esos conceptos para otras áreas, la educación debe ser emancipadora, transformadora de realidades, esa es nuestra búsqueda.

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